jueves, 17 de febrero de 2011

Interrogatorios policiales


Resulta arduo el quehacer del policía en sus tareas preventiva, administrativa o judicial, por ello para dominar la gran cantidad de leyes y normativas que los regulan, se ha intentado facilitar en este manual una guía práctica y de conocimientos generales sobre los principios básicos de actuación, la intervención policial, el uso del arma, técnica de la detención, el cacheo, el interrogatorio, identificación de personas, drogas y estupefacientes, la investigación de los delitos y un largo etcétera de cuestiones muy importantes para un mejor desarrollo de esta actividad profesional.

miércoles, 9 de febrero de 2011

"Manual practico de psiquiatría forense"


Autor Checa, M.
ISBN 9788445820421
Año Edición 2010
Páginas 600
Encuadernación Rústica
Idioma Español
Precio 89,90 €uros



Sinopsis
  • Este manual de referencia es en una guía rápida de información sobre cualquier aspecto relacionado con la Psiquiatría Forense.
  • Incluye acceso a una página Web complementaria en la que se incluirán aproximadamente unos 15 casos clínicos, una batería con unas 100 preguntas de autoevaluación y diversos modelos de informes e historias clínicas forenses.
  • Esta plataforma online pretende crear un espacio interactivo de discusión e intercambio de conocimientos entre todos los lectores de la obra al tiempo que se asegura la actualización de los contenidos en material de psiquiatría forense.
Este Manual Práctico de Psiquiatría Forense pretende convertirse en una guía rápida de información sobre cualquier aspecto relacionado con la Psiquiatría Forense. El objetivo del autor de esta obra es empezar la misma con los conceptos más básicos de la Psiquiatría Forense e ir introduciéndose poco a poco en esta especialidad, de manera que sea un manual de referencia tanto para médicos forenses, psiquiatras o cualquier profesional vinculado con esta temática. La obra incluirá el acceso a una página Web complementaria en la que se ofrecerá a los lectores todos aquellos contenidos prácticos necesarios para completar la parte teórica del libro. En la página Web se incluirán aproximadamente unos 15 casos clínicos, una batería con unas 100 preguntas de autoevaluación y diversos modelos de informes e historias clínicas forenses. Uno de los objetivos de esta plataforma online es crear un espacio interactivo de discusión e intercambio de conocimientos entre todos los lectores de la obra al tiempo que se asegura la actualización de los contenidos en material de psiquiatría forense.

PARTE I. SECCIÓN I. INTRODUCCIÓN. 1. Documentos médico-legales. 2. Investigación de la verdad pericial. 3. Intrusismo en medicina Forense legal y forense. PARTEII. SECCIÓN II. PRUEBA PERICIAL MÉDICA. 4. Prueba pericial médica en los procedimientos penal, civil, laboral, contencioso-administrativo y militar. 5. Peritación médica oficial y privada. 6. Informe médico-forense: diferencias con el informe pericial médico privado. 7. Intervención médico-forense en el procedimiento civil. PARTE III. SECCIÓN III. PSIQUIATRÍA FORENSE. 8. Psiquiatría forense y psiquiatría clínica. 9. Psicopatología: interés en el ámbito médico-forense. 10. Entrevista y pruebas complementarias en psiquiatría forense. 11. Evaluación psicológica en el contexto forense. SECCIÓN IV. PSICOPATOLOGÍA DE LAS FUNCIONES PSÍQUICAS. 12. Psicopatología de la conciencia y la atención. 13. Psicopatología de la memoria. 14. Psicopatología del pensamiento y del lenguaje. 15. Psicopatología de la percepción. 16. Psicopatología de la afectividad. 17. Psicopatología de la inteligencia. 18. Psicopatología de la conducta motriz. SECCIÓN V. IMPUTABILIDAD. 19. Imputabilidad en psiquiatría forense. 20. Imputabilidad según el código penal. 21. Informe de imputabilidad: generalidades. 22. Examen psiquiátrico de la persona imputada. 23. Modelos de protocolo de exploración e informe médico-forenses de imputabilidad. SECCIÓN VI. VIOLENCIA DE GÉNERO. 24. Revisión antropológica de la violencia. 25. Concepto de violencia de género. 26. Asistencia integral de la víctima de violencia de género. 27. Valoración médico-forense de la víctima de violencia de género. 28. Valoración psicológica en violencia de género. 29. Modelos de protocolo de exploración e informe de en valoración médico-forense de la víctima de violencia de género. SECCIÓN VII. OTRAS PERICIALES EN PSIQUIATRÍA FORENSE. 30. Enfermedad mental y capacidad de obrar. 31. Supuestos de peligrosidad criminal: aspectos médico legales. 32. Valoración del daño psíquico. SECCIÓN VIII. TRASTORNOS MENTALES DESDE LA PERSPECTIVA FORENSE. 33. Trastornos de la personalidad. 34. Trastornos psicóticos. 35. Trastornos del estado de ánimo. 36. Sustancias de adicción. 37. Retraso mental. 38. Trastornos mentales orgánicos. 39. Trastornos de los impulsos. 40. Trastornos emotivo-reactivos. Bibliografía

miércoles, 2 de febrero de 2011

Las causas de la conducta criminal


Angie Vázquez Rosado
Psicóloga Clínica, M.S
Catedrática Asociada UIPR
UIPR
San Juan, Puerto Rico


Introducción

Existen muchas causas para la conducta humana en toda su diversidad, y lo mismo aplica específicamente a la conducta criminal. El incremento de la violencia a nivel global, así como de los delitos y actos criminales, recibe ya atención prioritaria. Es así como la Convención Anual de Psiquiatría, APA (American Psiquiatric Association), realizada en Pennsilvania en el 2002 estudió la relación de los trastornos mentales con la violencia y la conducta agresiva. Otras profesiones, gobiernos, países y organizaciones, como la Organización Mundial de la Salud se han visto obligados a atender urgentemente el fenómeno dado su amenazante y constante incremento. En Puerto Rico, ya desde el 1983 se había celebrado el Primer Congreso sobre la Criminalidad en el Colegio de Abogados auspiciado por el Partido Socialista Puertorriqueño (PSP). En este ensayo quiero resumir estudios e identificar variables de causa- etiología- desde las perspectivas biológicas, sociológicas y psicológicas. NO pretendo ser exhaustiva proveyendo profundidad de análisis sino limitarme a identificar en un solo ensayo algunas de las principales variables asociadas con la conducta criminal.

Causas biológicas

Estamos en un momento histórico crucial donde la nueva tecnología investigativa habrá de ayudar a entender mejor - con evidencia clara y contundente- el verdadero espectro de posibilidades en variables de índole biológica, orgánica, congénitas o heredadas (Tome por ejemplo el Proyecto del Genoma Humano). 
No creo que la biología pueda darnos la explicación total a la conducta criminal, pero igualmente creo que es obligatorio que todo profesional del campo de las Ciencias Sociales se actualice en estos nuevos descubrimientos e hipótesis, por cuanto es objetivo y competente reconocer aquellas condiciones fisiológicas, neurológicas, cromosómicas y anatómicas que puedan determinar algunos de los muchos casos de conducta criminal.
La gran cantidad de estudios para explicar la criminalidad en la perspectiva biológica no es un evento, moda o patrón nuevo. No obstante, hoy día las investigaciones giran explorando nuevas, o más específicas, variables que incluyen una variedad enorme de factores físicos tales como los niveles alterados de serotonina (perspectiva bioquímica; desbalances químicos), alteraciones en el lóbulo frontal, ADD (desorden de déficit de atención), niveles altos de testosterona combinados con niveles bajos de serotonina, niveles bajos de colesterol, el efecto en general de los andrógenos, el efecto de diversas drogas auto-inducidas (ingeridas), los efectos de las dietas (enfoque nutricional), alteraciones por cobre y zinc, el efecto de traumas y accidentes, el efecto de traumas en guerras o eventos de estrés en desastres naturales (síndrome post-traumático), el efecto de la contaminación ambiental y las toxinas, hiperactividad, problemas cognitivos, el efecto del tabaquismo en la madre sobre los hijos/ as, efecto del ácido úrico, la predisposición genética, y la relación entre estados emocionales alterados (depresión y ansiedad) y la conducta criminal, entre muchos otros. 
A continuación presento un breve resumen de algunos de los muchos estudios que están siendo realizados en esta área de estudio en la relación entre factores orgánicos y conducta criminal.

En cuanto a trastornos bioquímicos: Serotonina (serotonina)
Richard Wurtman (1) ha encontrado que dietas de alto carbohidratos y bajas proteínas afectan los niveles normales de la serotonina, neurotransmisor natural que cuando está en niveles alterados o anormales tiene efectos cerebrales asociados con tendencias suicidas, agresión y violencia, alcoholismo y conducta impulsiva. Las funciones normales de la serotonina son la regulación de la excitación, los estados de ánimo, la actividad sexual, la agresión y el control de los impulsos. Algunos estudios asocian niveles bajos de serotonina con la conducta violenta-aberrante. Jeffrey Halperin (2) comparó varones agresivos con no agresivos, ambos con diagnósticos de ADD (déficit de atención) combinado con diagnósticos de hiperactividad. Se les administró la droga fenfluramina, que provoca respuestas en el sistema serotonergénico. Los resultados mostraron cambios positivos en los niños agresivos al bajarle los niveles de serotonina. Matti Virkkunen (3) cree haber identificado variaciones genéticas específicas que predisponen algunos individuos hacia la conducta suicida. Tomando casos de jóvenes ofensores violentos, descubrió que una variante del gene THP (tryptophan hydroxylase) cuyos códigos producen una enzima necesaria para la biosíntesis de la serotonina, estaba asociada fuertemente con los intentos suicidas irrespectivo a si los jóvenes eran, o no, impulsivos. Un segundo estudio demostró que bajos niveles del metabolito 5-HIAA (localizado en el líquido cerebro espinal) están asociados con pobre control de la conducta impulsiva (sobre todo en alcohólicos). Por último, estudios en monos consistentemente demuestran altos niveles de agresividad cuando los niveles de serotonina son bajos (4).

Condiciones congénitas: Síndrome fetal alcohólico
Estudios realizados por Ann Streissguth (5) encuentran que el 6.2% de los adolescentes y adultos que muestran niveles significativos de conducta mal adaptativa nacieron bajo condiciones de Síndrome Fetal Alcohólico. Esta conducta evidenciada incluye impulsividad, falta de consideración con los demás, mentir, engañar, robar, y adicción al alcohol o drogas. También mostraron dificultad de vivir independientes a los padres, pobre juicio social y dificultades en conducta sexual, soledad y depresión. No obstante, aunque siempre se ha pensado que el alcoholismo de la madre es lo que más afecta, también se han comenzado estudios sobre el papel del alcoholismo en el padre. Estudios realizados por Theodore Cicero (6) encuentran que los hijos de hombres alcohólicos tienden a mostrar problemas de conducta y problemas en las destrezas intelectuales. Cicero sugiere que esto está directamente relacionado con el efecto del alcohol sobre los espermatozoides o las gónadas. Cicero dice que los hijos varones de padres alcohólicos tienden a dar pobres ejecuciones en los "tests" de aprendizaje y destrezas espaciales. También demuestran tener niveles más bajos de testosterona y beta-endorfinas. Las hijas (hembras) muestran niveles hormonales alterados en hormonas relacionadas a tensión reaccionando de forma distinta a situaciones de estrés a las féminas que no tienen el factor de padres alcohólicos.

El efecto de golpes-traumas y alteraciones del lóbulo frontal
Alan Rosembaum (7) realizó un estudio en los que descubre que los traumas cerebrales anteceden cambios de conducta predisponiendo hacia un incremento en violencia. Muchas de estas lesiones fueron adquiridas en la infancia tanto bajo juegos como en accidentes o producto de maltrato infantil. Su estudio fue realizado con 53 hombres que golpeaban a sus esposas, 45 hombres no-violentos y felizmente casados, y 32 hombres no-violentos pero infelizmente casados. 50% de los agresores habían sufrido alguna lesión en la cabeza previa a sus patrones de violencia doméstica. 
De otra parte, Antonio Damasio (8) sugiere que daños al lóbulo frontal a nivel de la corteza cerebral puede evitar que la persona pueda formarse evaluaciones de valor positivo o negativo al crear imágenes y representaciones sobre los resultados, repercusiones y consecuencias futuras de acciones al presente creando las bases de ciertas conductas sociopáticas. Estudios de Antoine Bechara (9) confirman la correlación entre lesiones de la corteza en el lóbulo frontal y conductas peligrosas tales como "hacer daño solo por divertirse".
Estudios con PET (tomografía de emisiones positrónicas; mide el insumo de glucosa al cerebro) realizados por Adrian Raine (10) demuestran que niveles bajo de glucosa a la corteza pre-frontal son frecuentes en los asesinos (sus estudios son preliminares; la muestra fue de 22 asesinos confesos con 22 no-asesinos de control) Bajos niveles de glucosa están asociados con perdida de auto-control, impulsividad, falta de tacto, incapacidad de modificar o inhibir conducta, pobre juicio social. Los autores de este estudio plantean que esta condición orgánica debe interactuar con condiciones negativas del ambiente para que la persona entonces cree un estilo de vida y personalidad delincuente y violenta de forma más o menos permanente.

Efectos de medicamentos-drogas
Medicamentos legalmente recetados por médicos como parte de tratamiento a condiciones como epilepsia pueden tener efectos negativos aumentando la irritabilidad, la actividad y el desajuste emocional. Tal es el caso de medicinas como Mysoline que es recetada como anticonvulsivo (11).

Efectos Nutricionales
Katherine y Kenneth Rowe (12) estudiaron grupos de niños diagnosticados con hiperactividad. Los padres les daban alimentos con colorantes como parte de sus dietas regulares. El estudio consistió en una dieta con el colorante Amarillo #5 y placebos para el grupo control. El reporte de los padres y observadores fue que se manifestó un incremento en conductas de llanto frecuente, rabietas, irritabilidad, inquietud, dificultad de conciliar el sueño, pérdida de control, y expresiones de infelicidad. Muchas de estas conductas son precisamente las que les crean problemas de ajuste escolar limitando su aprendizaje e integración a las reglas del salón de clases.

Trastornos hormonales
Ante el hecho obvio de que el hombre tiende a mostrarse más agresivo que las mujeres, las hormonas masculinas - la testosterona- ha sido objeto de estudio en la conducta violenta. James Dabbs (13) estudió 4,4462 sujetos masculinos encontrando una alta incidencia y correlación entre delincuencia, abuso de drogas tendencias hacia los excesos y riesgos en aquellos que tenían niveles más altos de lo normal y aceptable en la testosterona. En las cárceles encontró que aquellos convictos de crímenes más violentos fueron los que más altos niveles de testosterona reportaron. También encontró en los estudios de saliva de 692 convictos por crímenes sexuales que estos tenían el nivel más alto entre todos.

Alteraciones en conducta por hiperactividad orgánica
Rachel Gittelman (14) sostiene que varones hiperactivos muestran una tendencia alta de riesgo a entrar en conducta antisocial en la adolescencia. Esta tendencia es cuatro veces mayor a la de jóvenes que no son hiperactivos, y parecen tener historiales de más incidentes de arrestos, robos en la escuela, expulsión, felonías, etc. 25% de los participantes en el estudio habían sido institucionalizados por conducta antisocial.

Daño cerebral
Estudios demuestran que daños cerebrales son la regla entre asesinos y no la excepción. Pamela Blake (15) estudió 31 asesinos con ayuda de la tecnología médica de los EEG's, MIR's y CT SCANS y con pruebas psiconeurológicas. Estos habían sido acusados de ser miembros de gangas, o violadores, ladrones, asesinos seriales, asesinos en masa, y dos habían asesinado hijos. En 20 de estos casos se pudo establecer diagnósticos neurológicos claros. Cinco casos demostraron efectos de síndrome fetal alcohólico, nueve mostraron retardo mental, un caso tenía perlesía cerebral, uno más caso tenía hipotiroidismo; un caso tenía psicosis leve, otro más tenía nicroadenoma en la pituitaria con acromegalia y retardo mental fronterizo y otro tenía hidrocefalia; tres mostraron epilepsia; tres, lesiones cerebrales y dos, demencia inducida por alcohol. Algunos mostraron combinaciones. 64.5% mostraron anormalidades en el lóbulo frontal y 29% parecían tener defectos en lóbulo temporal. 19 sujetos mostraron atrofia o cambios en la material blanca del cerebro. El 83.8% de los sujetos mostró abuso en sus infancias, y 32.3% había sido abusado sexualmente.

Intoxicaciones y contaminación ambiental
Es de reciente interés el estudio del efecto de diversas fuentes de toxicidad sobre la humanidad. Un estudio formal sobre el efecto del plomo indica que produce alteraciones en la conducta hacia la violencia y la conducta antisocial. En este estudio, Herbert Needleman (16) 212 varones de escuela pública en Pittsburgh, entre las edades de 7-11, fueron evaluados en cuanto a la concentración de plomo en sus huesos mediante pruebas de rayos X's fluorescentes. El plomo es acumulado a través de los años por diversas fuentes que incluyen la exposición a pinturas, y se observó que con el pasar de los años, según aumentaba la cantidad acumulada de plomo aumentaban los reportes de agresividad, delincuencia, quejas somáticas, depresión, ansiedad, problemas sociales, deficit de atención entre otras. Aunque los autores creen que hay factores del ambiente social que contribuyen a estas conductas, enfatizan en la importancia de prevenir la toxicidad cerebral por plomo.

Condiciones y trastornos mentales
Diversos estudios (17) confirman que la presencia de trastornos de salud mental incrementa la conducta violenta y antisocial. Estudios en Dinamarca identificaron en 324,401 personas que aquellos que tenían historial de hospitalizaciones psiquiátricas tenían más probabilidad de ser convictos por ofensas criminales (tanto en hombres como en mujeres) en una proporción de 3-11 veces más que aquellos que no tenían historial psiquiátrico. La esquizofrenia, específicamente, aumenta la probabilidad en 8% en hombres y en 6.5 en mujeres. El desorden de personalidad antisocial aumenta la probabilidad en 10% en hombres y 50 en mujeres de conducta homicida. Estudios en EU demuestran que el 80% de los convictos cumpliendo carcel tienen historial psiquiátrico, con historial de abuso de sustancias y conducta antisocial dependiente.

Nota Final: Este resumen no agota las posibilidades. Existen muchos otras investigaciones sobre diversos factores biológicos adicionales que pueden ser leídos en la página de "Crime Time" la cual puede hallar en la siguiente dirección: http://www.crime-times.org/

Bases sociológicas

Así como desde la biología y la genética podemos explicar las causas de la conducta criminal como aquella que es causada por factores de herencia, anormalidades, influencias de toxicidad, anormalidades producidas por golpes, lesiones y traumas craneales, o por instintos de la especie animal, podemos analizar las causas (etiología) desde las Ciencias Sociales: desde la Sociología y la Psicología.
La criminalidad legal se define operacionalmente de acuerdo a los estatutos del Código Penal de Puerto Rico. Esta es la guía de referencia al orden público social que ayuda a identificar cuales conductas son inaceptables por tanto se formula en normas y leyes, donde la violación de cualquiera de las reglas conlleva penas y culpas. Todo código, en este caso el penal, es producto de unos acuerdos histórico-sociales. Son producto humano y constituyen la solución propuesta para buscar, perpetuar y garantizar un cierto orden social. Desde tiempos inmemorables los filósofos llamaron a estos acuerdos el "contrato social". No obstante, en todo grupo social y en toda época histórica hemos confrontado la realidad de individuos que han mostrado serias dificultades de ajuste, acatamiento o adaptación a las reglas; o sea, que alguna forma de violación, o crimen, siempre ha estado presente. Algunas formas de no-acatamiento no son necesariamente crímenes, sino el embrión de cambios sociales necesarios ante la insuficiencia del sistema prevaleciente en un momento dado. Por tanto, preferimos enfocar en el crimen cuando representa peligro hacia los demás, y no persigue como objetivo favorecer o crear condiciones para cambios sociales al colectivo, sino resolver problemáticas, necesidades o intereses individuales. Algunas teorías sociológicas establecen las causas de la criminalidad en diversos procesos o factores de la estructura social:
  • Dr. Walker La pobreza, la participación desigual en los recursos económicos existentes, contribuye a alienar y perjudicar a las personas que pertenecen a las clases sociales bajas. Plantea Walker que la persona pobre está sobre-expuesta a limitaciones y frustraciones que les hacen reaccionar de tres formas: (a) tratar de lograr las metas y aspiraciones aprendidas socialmente usando medios desviados e ilegítimos, por ejemplo, con la venta de drogas; (2) puede reaccionar agresivamente ante la frustración de sus metas no logradas, ejemplo, desahogando su coraje en vandalismo; (3) se adaptan a su pobreza con resignación, fatalismo, pasividad, falta de fe hacia su futuro, falta de confianza, entre otras cosas; por ejemplo, viendo el delito pero no haciendo nada por detenerlo.
  • Dra. Madeline Román Plantea que el crimen es un problema de la estructura social. El estado criminaliza los actos de la población con una lamentable tendencia a hacerlo en mayor proporción con los sectores en pobreza. Las definiciones del delito son instrumentos normativos que favorecen a los controles e intereses de las clases dominantes. Cree que los gobiernos han usado estrategias de corte mecanicistas en el manejo de la criminalidad, que en vez de prevenir lo que muchas veces hacen es estereotipar aún más las comunidades pobres (ejemplos: los proyectos comunales) Denuncia Román que la única respuesta ha sido aumentar el sistema de control represivo (más cárceles, más delitos, etc.) en vez de bajar y prevenir la conducta y sus causas. De otra parte, señala que el sistema de justicia criminal ha sido demasiando complejo, grande, lento, inoperante y hasta injusto en sus sistemas de manejo y aplicación de castigos. La Dra. Román cree que la presencia de un estado asistencial, la desmoralización de la gente, la falta de una distribución apropiada de los recursos contribuyen a perpetuar la hostilidad, los conflictos y la desigualdad que en algunos individuos puede provocar conducta antisocial como la única vía de salida.
  • Dr. Ryan Cree que existe una tradición de "culpabilizar a la víctima", que consiste en atribuir responsabilidades a la pobreza y/o las minorías raciales y nacionales, sin plantearse un análisis ni alternativas de cambios sobre las condiciones que crearon las mismas. Cree que la política gubernamental de ofrecer justicia como un favor humanitario (estado benefactor) y no como un derecho humano ha contribuido a cargar negativamente la justicia social. Critica que la función de los profesionales se ha limitado a la de identificar la víctima como ofensor y no la de prevenir las situaciones/ condiciones que estimulan el conflicto. La culpa de la víctima tiende a afectar doblemente a los individuos en condiciones de pobreza, ignorando la violencia institucional y confinándola falsamente a solo ciertos sectores.
  • Prof. Ruth Silva de Bonilla Considera que parte del problema de la criminalidad es que muestra una tendencia de dejar fuera de su definición los crímenes de los poderosos. La población clase media y pobre ve como pasan impunes delitos cometidos por gente en clases económicas altas, como las medidas punitivas son más severas con el pobre y demasiado laxas con el rico, y esta desigualdad en la administración y aplicación de las leyes crea descontento y hostilidad. En estas posturas reseñadas hasta aquí existe un elemento común: los/ as autores /as piensan que el delito ocurre porque la sociedad permite, mantiene o fomenta ciertas condiciones de desigualdad al acceso o garantía de satisfacciones mínimas básicas entre los individuos que componen la sociedad, y permite y legitima, de esta forma, la carencia de recursos, dejándoles a estos individuos la posibilidad de optar por estrategias ilegales para conseguir la satisfacción de sus necesidades. Otras posturas culpabilizan a patrones y actitudes modernos como el consumismo. El antropólogo social puertorriqueño, Dr. Seda Bonilla, plantea que los valores han sido sustituidos -de aquellos del bien común y del crecimiento del ser por aquellos que tienen que ver con lo que se tiene materialmente-. Es su planteamiento que hemos cambiado la cultura del ser por la cultura del tener. Este cambio ha hecho que la obtención de valores materiales se convierta en una meta superior a otras como la honradez, la sencillez, la humildad, entre otras. 
La tendencia hacia el urbanismo, con sus consecuentes variables como hacinamiento, individualismo, industrialización no-planificada, el centralismo, ha sido una de las consecuencias de la transformación social y económica del país. Según la postura de la psicóloga Victoria Muñoz Mendoza, el crecimiento desmedido poblacional en la zona urbana, particularmente la Zona Metropolitana, creó zonificaciones que dejaron sin núcleos tradicionales a estas áreas (las plazas, los parques, etc.), creando núcleos de urbanizaciones inconexas, haciendo que se pierda el espacio público de compartir social. Los mecanismos tradicionales de las comunidades rurales o de menor población se pierden en estos centros de masa. Entre los fenómenos que incrementan urbanamente está la comisión del delito y la dificultad de identificar a los delincuentes. 
Los factores del conflicto social son otra forma de identificar causas de la criminalidad desde la perspectiva sociológica. Podemos observar como los elementos estructurales y funcionales de todo sistema social tienen tendencia a integrarse por consenso social lo que lleva a la consecución de un orden social. La dinámica misma de la sociedad y la cultura provocan tensiones que se expresan en diversos conflictos sociales. La historia de la humanidad es la historia de la confrontación de intereses entre los diversos grupos que han existido creando diversos tipos de conflicto por presión poblacional, por estratificación social, por control del poder o por escasez de recursos. Los efectos que provocan los conflictos como guerras, revoluciones, o anomia social son parte de lo que puede incrementar violencia y en otros casos crímenes. El conflicto social a veces es manejado con violencia y actos delictivos como forma de resolver los problemas interpersonales. Randall Collins desarrolla una teoría del conflicto social que se resume como sigue: las personas son intrínsecamente sociables, pero también están predispuestas al conflicto en sus relaciones sociales puesto que el conflicto suele producirse a nivel de las relaciones sociales porque una o muchas personas tienen siempre la posibilidad de utilizar la coerción violenta en su interacción. Collins creía que las personas buscan maximizar su estatus subjetivo y que su capacidad para hacerlo depende de los recursos que tengan. Cree que las personas persiguen su propio interés; así, los conflictos son posibles por que los conjuntos de intereses pueden ser radicalmente opuestos. 
Tres puntos son importantes en su teoría: En (1) primer lugar creía que la teoría del conflicto debía centrarse en la vida real más que en las formulaciones abstractas. Collins considera que las personas no son totalmente racionales y reconoce que son vulnerables a impulsos emocionales en sus esfuerzos por lograr la satisfacción. En (2) segundo lugar creía que una teoría de la estratificación desde la `perspectiva del conflicto debía examinar los factores materiales que influyen en la interacción; (3) en tercer lugar Collins, afirmo que en una situación de desigualdad, los grupos que controlan los recursos suelen intentar explotar a los que los que carecen de ese control.

Perspectiva psicológica

La Psicología mantiene un cuerpo de teorías y modelos que nos permiten entender y visualizar la conducta criminal desde varias perspectivas o Modelos que integran la biológica, la social y la psicológica:

Como reacción orgánica: Desde el modelo psicobiológico
Plantea que las causas de la conducta están en la herencia, en la genética, en daños congénitos (ocurridos durante el embarazo o en el parto), en exposición a ambientes de contaminación ambiental, por defectos, mutaciones, anormalidades físicas, accidentes, traumas fisiológicos o daño cerebral. Estas variables fueron explicadas en detalle en la primera parte de este ensayo. Para entender la conducta criminal desde una perspectiva orgánica debe hacerse una evaluación clínica médica que pueda confirmar o descartar la presencia de alguna de estas condiciones, antes de partir a diagnosticarla como conducta de causas psicológicas. Si se confirma la causa orgánica, la persona se considera enferma y no debería ser tratada como un delincuente común ya que la raíz de su conducta está determinada por impulsos y condiciones deterministas que nada tendría que ver con sus capacidades mentales, su raciocinio, o libre voluntad. Estas condiciones orgánicas le harían no responsable de sus actos, por tanto podría cualificar para defensas tales como GBMI ("Guilty, But Mentally Ill"; culpable pero incompetente mental).

Como reacción emocional: Desde el modelo intrapsíquico (Freudiano)
Plantea que las personas son particularmente vulnerables en la primera infancia a traumas, complejos, conflictos no resueltos que quedan archivados en el inconsciente. Personas que sufren maltrato infantil, crianzas rígidas o extremadamente laxas (sin estructura ni reglas parentales), relaciones inadecuadas con los adultos, dificultades en la identificación sexual correcta, tienden a desarrollar respuestas emocionales disfuncionales mientras crecen. De no ser atendidas correctamente estas experiencias negativas y ansiógenas permiten el desarrollo de reacciones neuróticas, psicóticas en algunos extremos, que habrán de manifestarse en la vida a partir de la adolescencia. Para muchos freudianos la conducta antisocial es la base de la conducta criminal, y para que esto ocurra la persona debe haber desarrollado una personalidad antisocial. Esta a su vez es el resultado de los traumas inconscientes que dominan la conducta adulta aunque la persona desconozca- o no reconozca- las causas en su pasado. La persona que comete delitos es una persona con un problema médico-psicológico. Se considera enferma emocionalmente. Este modelo es el que sirve de base para las defensas legales por locura, ya que no contempla que la persona sea responsable de sus actos, y de serlo, no concibe que la persona, por su enfermedad, tenga capacidad de reconocer las implicaciones de la misma.

Como reacción aprendida: Desde el modelo conductista
Plantea que en principio todo en el ser humano, menos los reflejos, es producto del aprendizaje, un proceso acumulativo de cambios que ocurren en el organismo de acuerdo a la experiencia, conductas que buscan un objetivo adaptativo dependiente y relativo a los estímulos que se reciben del ambiente social externo en el cual está insertada la persona. La personalidad y la conducta es el conjunto de reacciones aprendidas por premiación de acuerdo a las contingencias externas. Por tanto, en este modelo, la conducta criminal es adquirida mediante aprendizaje si resultara útil, adaptativo e instrumental hacia metas (que también son aprendidas). Esta concepción es mecánica y plantea que el ser humano, cuando comente delitos, lo hace como reflejo de lo que ha aprendido en su ambiente social. En el sistema penal, la persona es responsable de su conducta aprendida y debe ser sometida a los procesos correspondientes de justicia.

Como reacción a la socialización: Aprendizaje Social: Desde la perspectiva Psicosocial
En este modelo se combinan dos modelos (cognoscitivo y conductual) planteando que el ser humano adquiere la conducta mediante un proceso de exposición, moldeamiento e internalización de valores, actitudes, conductas y normas (socialización primaria y secundaria). Se plantea que puede ocurrir por imitación (Bandura) en donde hay presentes tres factores: a) un motivo que induzca al cambio, conciente o inconsciente; b) un modelo que indique la dirección del cambio (quiero comportarme como alguien que he visto); y c) una recompensa (si me comporto como esa persona, lograré el mismo beneficio que él logró con esa conducta). Otra forma de aprendizaje social es por aprendizaje vicario, que consisten en aprender por las experiencias ajenas sin tener que pasar directamente por la experiencia ( por ejemplo, lo que vemos en la TV o en el cine) También puede aprenderse mediante las necesidad por el equilibrio cognoscitivo. De estas tenemos tres teorías predominantes: (1) teoría del equilibrio de Frtiz Heider; (2) teoría del equilibrio cognitivo-afectivo de Rosemberg y Abelson; (3) teoría de la disonancia cognoscitiva de Leon Festinger. En la primera se pierde el equilibrio cuando alguna necesidad no está satisfecha y las relaciones (condiciones) de vida no son positivas y en donde pertenecer a algún grupo es importante por tanto "el enemigo de mi amigo es mi enemigo".
En la segunda, debe haber consistencia entre lo que se piensa y lo que se siente tanto a nivel personal como en la relación del individuo con los grupos. Si se quiere aquello que no te permite satisfacer una necesidad, o si lo que te satisface no se quiere, se crean condiciones de desequilibrio que hacen que la persona caiga frecuentemente en contradicciones e inconsistencias. En la tercera, la persona advierte que las creencias pueden chocar entre sí, y la tendencia natural es a romper la incongruencia con carácter de urgencia. Por ejemplo: "cualquiera puede llegar a ser gobernador de PR". En los tres casos la perdida de equilibrio, o consistencia, puede generar reacciones de frustración e incongruencias que pueden inducir a la persona inclusive hacia la violencia.

Conclusiones

En cada una de estas perspectivas encontramos que el grado de responsabilidad sobre los actos humanos varía. En las biológicas y freudianas, la persona que comete un delito bajo efectos de una condición, o en un estado mental disfuncional, está muy enferma y no puede enfrentar las consecuencias de sus acciones ni un proceso judicial. En cambio, en las perspectivas conductistas y sociales la persona, aunque reconocida como "víctima" de una ambiente en el que puede haber estado expuesto a circunstancias negativas y deformativas, se considera responsable de sus acciones.

Bibliografía de la perspectiva biológica

  • Crime Times: Vol. 1, No. 1-2 , 1995, Page 7, en: http://www.crime-times.org/
  • Serotonergic function in aggressive and nonaggressive boys with ADHD, Jeffrey Halperin et al., American Journal of Psychiatry, 151: 2, February 1994. Address: Jeffrey Halperin, Department of Psychology, Queens College, 65-30 Kissena Blvd., Flushing, NY 11367.
  • Suicidality and 5-HIAA concentration associated with a tryptophan hydroxylase polymorphism, and CSF biochemistries, glucose metabolism, and diurnal activity rhythms in alcoholic, violent offenders, fire setters, and healthy volunteers, both by Matti Virkkunen et al., both in Archives of General Psychiatry, 51, January 1994. Address for either: National Institute on Alcohol Abuse and Alcoholism, 9000 Rockville Pike, Building 10, Room 3C102, Bethesda, MD 20892.
  • Aggression and brain serotonergic responsivity: response to slides in male macaques, Randall Kyes et al., Physiol. & Behav., 57: 2, 1995. Address: Randall Kyes, Reg. Primate Research Ctr., University of Washington Health Sciences Building, SJ-50, Seattle, WA 98195.
  • Fetal Alcohol Syndrome in adolescents and adults, Ann Pytkowicz Streissguth et al., Journal of the American Medical Association, April 17, 1991, Vol. 265, No. 15. Address: A. P. Streissguth, Department of Psychiatry and Behavioral Sciences, GG-20, University of Washington School of Medicine, 2707 N.E. Blakeley, Seattle, WA 98195.
  • Effects of paternal exposure to alcohol on offspring development, Theodore J. Cicero, Alcohol Health and Research World, Vol. 18, No. 1, Winter 1994, pp. 37-41. Address: Theodore J. Cicero, Dept. of Psychiatry, Washington University School of Medicine, St. Louis, MO.
  • Head injury in partner-abusive men, Alan Rosenbaum, Steven K. Hoge, Steven A. Adelman, William J. Warnken, Kenneth E. Fletcher, and Robert L. Kane, Journal of Consulting and Clinical Psychology, Vol. 62, No. 6, 1994. Address: Alan Rosenbaum, Department of Psychiatry, University of Massachusetts Medical School, 55 Lake Avenue North, Worcester, MA 01655.
  • Crime Times, Vol. 1, No. 1-2 , 1995, Page 4 en: http://www.crime-times.org/
  • Insensitivity to future consequences following damage to human prefrontal cortex, Antoine Bechara, Antonio Damasio, Hanna Damasio, and Steven W. Anderson, Cognition, 50:7, 1994. Address: Antonio Damasio, Department of Neurology, University of Iowa Hospitals and Clinics, Iowa City, IA 52242.
  • Selective reductions in prefrontal glucose metabolism in murderers, Adrian Raine, Monte S. Buchsbaum, Jill Stanley, Steven Lottenberg, Leonard Abel, and Jacqueline Stoddard, Biol. Psychiatry, 36, September 1, 1994. Address: Adrian Raine, Department of Psychology, S.G.M. Building, University of Southern California, Los Angeles, CA 90089-1061.
  • Primidone or phenobarbital use complicating disrupitve behavior disorders, Carrie Sylvester, Anthony Marchlewski, and James Manaligod, Clinical Pediatrics, April 1994, Vol. 33, No. 4. Address not listed.
  • Synthetic food coloring and behavior: A dose response effect in a double-blind, placebo-controlled, repeated-measures study, Katherine S. Rowe and Kenneth J. Rowe, Journal of Pediatrics, November 1994, pp. 691-698. Address: Katherine S. Rowe, MBBS, Dept. of Pediatrics, Univ. of Melbourne, Royal Children's Hospital, Parkville, Victoria 3052, Australia.
  • Testosterone, crime, and misbehavior among 692 male prison inmates, James M. Dabbs, Jr., et al., Person. individ. Diff., Vol. 18, No. 5, 1995. Address: James M. Dabbs, Jr., Dept. of Psychology, Georgia State University, University Plaza, Atlanta, GA 30303- 3083.
  • Crime Times, Vol. 1, No. 3 , 1995, Page 5: Tomado de: http://www.crime-times.org/
  • Neurologic abnormalities in murderers, Pamela Y. Blake, Jonathan H. Pincus, and Cary Buckner, Neurology, 45, September 1995, pp. 1641-1647. Address: Pamela Y. Blake, Department of Neurology, Georgetown University Medical Center, 3800 Reservoir Road, NW, Washington, DC 20007.
  • Bone lead levels and delinquent behavior, Herbert Needleman, Julie Riess, Michael Tobin, Gretchen Biesecker, and Joel Greenhouse, Journal of the American Medical Association, Vol. 275, No. 5, Feb. 7, 1996. Address: Herbert Needleman, University of pittsburgh Medical Center, Suite 305, Iroquois Building, 3600 Forbes Ave., Pittsburgh, PA 15213.
  • Archives of General Psychiatry, Vol. 53, June 1996.
Referencias de perspectivas sociológicas

  • Collins, Randal. En: http://www.monografias.com/trabajos11/metateo/metateo.shtml 
  • Román, Madeline. El Problema del Delito. Seminario Visiones Alternas al fenómeno de la Criminalidad. 4 de marzo de 1987, Facultad de Ciencias Sociales, UPR.
  • Ryan, W. (1971) The art of savage dicovery: How to blame the victim. En: Blaming the victim, N.Y., Vintage.
  • Silva de Bonilla, Ruth (1980). Una análisis de la violencia, el crimen y los criminales. Documento #5 Simposio sobre la Criminalidad. Colegio de Abogados de PR.

El crimen organizado

Fernando Díaz Colorado
Psicólogo, especialista en Derecho Penal y Ciencias Forenses. 
Mag. Filosofía Latinoamericana. Docente de psicología jurídica y forense.
Miembro de la Sociedad Mundial de Victimología.
Colombia


El fenómeno criminal ha venido cambiando en la medida en que el mundo ha venido evolucionando. De igual manera, la criminología como campo del conocimiento ha mostrado los diferentes aspectos de su evolución en la explicación y comprensión de la criminalidad. Desde las concepciones antropológicas y fisonomistas, pasando por las sociológicas, ecológicas, el delito ha sido considerado como un fenómeno inevitable, parte integrante de la sociedad, e incluso como lo señala Durkheim (1), el delito es normal, ya que una sociedad exenta de delitos es del todo imposible, y es parte integrante de toda sociedad sana. Los hechos criminales son vistos de una manera diferente a la concepción tradicional del delincuente como un sujeto enfermo y anormal; para la criminología actual, el delincuente no es ahora un parásito ni un ser extraño en el seno de la sociedad, sino que es ante todo un regulador de la vida social, e incluso fuente de crecimiento tecnológico, científico y renovador de los sentimientos sociales (2).
Es por esto, que frente a las actividades criminales clásicas llevadas a cabo de manera individual, en la actualidad se observa una evolución hacia una forma de criminalidad como empresa. Los grupos delincuenciales se caracterizan por encontrarse en condiciones de actuar, tanto en la vertiente legal como en la ilegal de la actividad política y económica (3)
El incremento geométrico de la actividad criminal organizada con capacidad económica fuerte, ejerciendo su poder a través de la violencia, así como la del ejercicio de manipulación y corrupción en amplios sectores del sistema político y Estatal, es hoy en día un fenómeno altamente productivo y cada vez más sofisticado. La instauración del mercado global y la aldealización del mundo a través de la libertad de comercio, han sido factores decisivos en la conformación de grupos criminales organizados. En opinión de Blanco Cordero (4) las tradicionales Cosa Nostra, Camorra, N' Drangueta, los Yakusas Japoneses, las triadas chinas, los carteles de las Drogas Colombianos, Mexicanos, Peruanos y Norteamericanos, las organizaciones Rusas, Turcas, Curdas, Italoamericanas, etc., representan un volumen económico anual estimado en un billón de dólares, tres veces superior al presupuesto nacional Francés y más del 50% de esta cifra, 500.000 millones de dólares se inyecta en el circuito financiero internacional con capacidad de producir rentabilidad.
Armas, drogas, información industrial y militar, dinero de origen ilícito, materiales radioactivos, mano de obra, tráfico de personas, órganos humanos, embriones, obras de arte, animales, etc., son bienes cuyo intercambio a nivel mundial ha generado un nuevo sector de la economía mundial. Según el GAFI (5) grupo de acción financiera Norteamericano; las principales fuentes de ganancias ilegales son: el tráfico de drogas, el fraude bancario, los fraudes con tarjeta de crédito, insolvencias punibles y los delitos societarios. Una gran parte del dinero de origen ilegal que ingresa al sistema financiero, procede de la criminalidad organizada. A nivel internacional, los grupos criminales más exitosos se ubican en Italia, Japón, Colombia, Rusia, Europa del Este, Nigeria y el Lejano Oriente.
Las asociaciones criminales se caracterizan por su elevada complejidad a nivel organizativo, que adoptan modelos y estructuras de tecnología de punta, lo que ha llevado a algunos investigadores como Kaiser, Solans, Arlacchi (6), a calificar el hecho como "industria del crimen", "empresas criminales" o "multinacionales del crimen". Si bien es cierto, que la organización criminal es considerada como tal, por la ejecución de actos delictivos, esta no se fundamenta en el ejercicio de cometer el delito, su función principal como lo dice Blanco (7) es la rentabilidad económica, y el delito constituye solamente un instrumento para la consecución en primera línea de fines materiales, para cuya extensión el grupo se puede servir también, y de hecho se sirve, de medios ilegales. El accionar criminal es un medio para alcanzar el fin principal, es decir, el máximo de ganancias económicas. Pero si tan fin se puede alcanzar recurriendo a medios legales, entonces estos relevaran a los medios criminales. En otras palabras, la organización delincuencial realiza negocios tanto legales como ilegales según su conveniencia.
Si analizamos con detenimiento a las organizaciones criminales y a las organizaciones legales como empresas comerciales, se puede concluir que desde el punto de vista formal, no existen mayores diferencias, pues su fin fundamental es obtener el máximo de rentabilidad. Y si observamos que muchas organizaciones legales, legítimamente constituidas ejecutan acciones abiertamente ilegales para incrementar sus ganancias, como es el caso de la evasión de impuestos, despidos sin indemnización, ocultamiento de información aduanera, sobornos, alteraciones contables, etc., vemos que la diferencia no es fundamentalmente grande. Esta reflexión nos conduce a señalar, que hay una coincidencia en cuanto a los medios empleados, para conseguir sus fines.
La delincuencia organizada actúa con criterios empresariales claramente establecidos, planificando sus actividades de acuerdo con los criterios económicos de la oferta y de la demanda, contemplando el impacto de la acción investigativa y penalizadora del Estado, situación que les permite regular el alza o la baja de precios. De igual manera, estructuran su actividad con la división del trabajo y la especialidad de la mano de obra. En Colombia esto es absolutamente claro; no es sino observar el modelo gerencial de las organizaciones dedicadas al tráfico de drogas, de las bandas organizadas de secuestradores, de los grupos que lavan dinero, de las organizaciones multinacionales, del tráfico de personas, del comercio de insumos para el procesamiento de la coca, de los carteles de la gasolina, de los falsificadores, etc.
Muchos de los delincuentes organizados trabajan frecuentemente como empresarios normales (8) que pasan abiertamente desapercibidos como ilegales, pero que gozan de reconocimiento social como grandes empresarios o exitosos hombres de negocios. En Rusia según Bernard Poulet (9) la conexión entre la economía legal y la ilegal se observa de manera contundente; el 80% de las actividades comerciales están ligadas a los grupos delincuenciales organizados. En este estado, 40.000 empresas tienen algo que ver con el crimen organizado. Los grupos criminales controlan el 80% del sistema financiero. No existe casi ningún grupo mafioso Ruso que no posea varias sociedades e incluso su propio banco. En Perú los ingresos de la droga suponen más del 6% del PIB, casi el 10% en el caso de Colombia, el 50% de las exportaciones de Bolivia y la quinta parte de las de Pakistán. Esto ha permitido la acumulación de grandes patrimonios económicos ilegales, la concentración en pocas manos de la riqueza acumulada del sector ilegal, le ha dado un gran poder económico y político en constante aumento a la criminalidad organizada.
Así mismo, en Colombia la corrupción es una de la mayores fuentes de riqueza del crimen organizado. Según un informe de la Corporación Excelencia para la Justicia (10) Colombia ocupa el lugar número 72, en la escala de los países más corruptos del mundo. En este mismo informe, se anota que de acuerdo con investigaciones realizadas por Confecámara, el sector privado ha estado involucrado en el 79% de los casos de corrupción, equivalente a unos 2.3 billones de pesos para el año de 1998. El área más afectada es la contratación administrativa, principalmente en los procedimientos de liquidación, adjudicación y firma de contratos.
Sumado a lo anterior, vemos que el mismo estudio muestra que la percepción de la ciudadanía sobre la honestidad de las entidades gubernamentales, presenta en el nivel de deshonestas (en la investigación 1 es deshonesto y 7 honesto) a entidades tales como la DIAN (3.5), Fuerzas armadas (3.8), Consejo Nacional Electoral (3.3), Bancos Públicos, (2.9), Seguro Social (2.3) Congreso Nacional (2.0). De igual manera, el 69% de los encuestados por el DANE (11), en la encuesta nacional de justicia 1997 consideran que la justicia no opera (43%), que hay ausencia de autoridad (14%), y que no se cree en las autoridades (12%) como las razones más importantes para no acudir al sistema judicial en busca de justicia. En Colombia es además importante tener en cuenta, que cuando el Estado no cumple con sus funciones coercitivas, básicas, por falta de presencia en zonas o territorios delimitados, o en mercados ilegales, en estos lugares surgen espontáneamente instituciones para-estatales abiertamente ilegales y de connotaciones criminales que lo reemplazan. En opinión de Mauricio Rubio (12) el control que logran las mafias sobre un territorio o un mercado, se alcanza mediante el uso sistemático de la fuerza. Es la violencia, y posteriormente la amenaza y la intimidación, lo que permite controlar militarmente una zona, solucionar conflictos, ampliar mercados, imponer tributos y modificar las reglas de juego imperantes. Las mafias incluso se especializan (13) en ofrecer servicios de protección , que se llevan a cabo mediante la coordinación y la centralización de las actividades de corrupción. De igual manera es importante señalar las coincidencias que en opinión de Rubio (14) se han venido dando entre incidentes promovidos por el crimen organizado y los grupos armados y las modificaciones al régimen penal colombiano, como lo ocurrido con la declaración de inexequebilidad por parte de la Corte Suprema de Justicia, de la ley que daba vigencia al tratado de extradición, luego del asesinato de cuatro de sus magistrados y la provisión constitucional a la extradición de nacionales en 1991 luego del secuestro de varias personalidades, lo que refleja una asociación negativa entre los indicadores de desempeño de la justicia. En las últimas dos décadas la tasa de homicidio en Colombia se multiplicó por cuatro, se incremento la influencia de las principales organizaciones criminales y subversivas y la capacidad del sistema penal para investigar se redujo a la quinta parte. En opinión de Beltrán (15) una explicación a este hecho es la relacionada con la tendencia del aparato de la Justicia a ocuparse de los delitos inocuos y fáciles de resolver en detrimento de los más graves, y difíciles de investigar y aclarar.
El panorama hasta acá planteado, nos permite hacer una reflexión sobre las posibles alternativas para la lucha contra el crimen organizado. De esta manera, podemos concluir que el conocimiento actual sobre el fenómeno delincuencial, nos pone de presente que la actividad criminal organizada en el momento actual tiene repercusiones a nivel mundial. Las conexiones locales y nacionales se extienden a organizaciones de nivel internacional, convirtiéndose de esta manera en multinacionales del delito, con profundos conocimientos, no sólo tecnológicos sino jurídicos. Es bien sabido que durante la época más violenta de la lucha contra el narcotráfico y los carteles, estos contaban con los más eminentes juristas para su defensa, conocedores brillantes de la legislación tanto nacional como internacional.
También es importante reconocer la gran dificultad que existe a nivel investigativo judicial, para desenmascarar a los delincuentes que se encuentran inmiscuidos en actividades legales, que les permite actuar de manera encubierta en actividades abiertamente ilegales.
Sin lugar a dudas, que el reto que plantea el crimen organizado para la sociedad actual amerita monumentales esfuerzos en todos los ordenes de la actividad social, cultural, legal, gubernamental y estatal. En el caso particular de Colombia se hace necesario adecuar el sistema de investigación judicial a los retos actuales, propendiendo por la profesionalización y especialización del sistema acusatorio. La investigación criminalística requiere de una profunda modernización y de una estructura que permita el trabajo interdisciplinario de connotaciones técnico científicas; fortaleciendo la conformación de equipos investigativos especializados que generen conocimientos tanto operativos como científicos de la actividad criminal organizada. Se hace prioritario fortalecer la ayuda a las víctimas, de tal manera que su colaboración, que sin lugar a dudas es indispensable, faciliten la obtención de información valiosa sobre los grupos delincuenciales. La conformación de equipos investigativos con entidades policivas internacionales y la creación de convenios interinstitucionales con Universidades y organizaciones privadas es una necesidad urgente. La sociedad debe ser informada sobre el que hacer delincuencial; el propiciar seguridad y ofrecer beneficios y motivar a los denunciantes y/o víctimas es prioritario.
Hay que dar un gran giro en la investigación judicial, intentando abordar el fenómeno macro criminal que ha sido relegado o poco combatido por centrar la lucha en combatir la micro criminalidad, que en la mayoría de los casos captura a los participantes materiales y finales de la cadena criminal, pero que deja de lado la organización y la estructura jerárquica y empresarial del crimen.
El trabajo de una sociedad en los actuales momentos, es crear condiciones para que la gente vea y comprenda que actuar de acuerdo con la ley produce ganancias individuales y sociales y no como ahora donde el delito produce tan buenas ganancias y tan pocas restricciones, que la posibilidad de formar una empresa criminal es muy llamativa. El crimen ya no es el resultado de un sujeto anormal y peligroso, sino una actividad de personas altamente capacitadas y especializadas, que ven una gran posibilidad de obtener riqueza y dispuestos a utilizar cualquier medio, ayudados por una aliada de inmenso poder como es la corrupción, que se fundamenta en el afán de riqueza de todo aquel que cae rendido por la tentación del dinero fácil. El gran peligro del crimen organizado es que la víctima es la sociedad entera, que la concepción individualizadora del derecho penal no permite restaurar el daño que produce en todo el conjunto social pues el ejercicio desigual del poder, al servicio de unos pocos, posibilita el florecimiento y fortalecimiento de actividades tales como el crimen organizado cuyo camino conduce a la búsqueda de la institucionalización de la ilegalidad.
  • (1) Durkheim, E. (1999). Las reglas del Método sociológico. Villatuerta. El crimen es considerado como un comportamiento social no necesariamente dañino y que posibilita adelantos tanto técnicos como de actualización de los sentimientos morales, pp. 93 y 97
  • (2) Ibid. P 97 
  • (3) Blanco, C.I. Criminalidad organizada y mercados ilegales. En: Eguzkilore: Cuaderno del Instituto Vasco de Criminología, San Sebastián, No. 11- 1997 Pp 213 - 231. 
  • (4) Ibid. P. 214 
  • (5) GAFI. (1997). Finanancial Action Task Force on Money Laundering, typologies. Exercise Public Report, No. 10, 5 de febrero de 1997.
  • (6) Arlacchi, P. (1985). Tendencias de la criminalidad organizada y de los mercados ilegales en el mundo actual. Poder judicial, No. 16, septiembre de 1985. 
  • (7) Ibid. P. 216
  • (8) bid. P. 218
  • (9) Poulet, B. Una Mafia Global, citado por Raufer, X. P. 26 
  • (10) C.E.J. (2000). Percepciones sobre la corrupción en la justicia y régimen disciplinario, Justicia y Desarrollo: Debates, Año III No. 12 Junio 2000
  • (11) Ibid. P. 20
  • (12) Rubio, M. (1999). Crimen e impunidad. Bogotá: Tercer Mundo, p. 201 
  • (13) Ibid. P. 201
  • (14) Ibid P.. 202-203
  • (15) Beltrán, Isaac. (1997). La trivialización del sistema penal colombiano. Bogotá: Universidad de los Andes.

martes, 1 de febrero de 2011

"Divorcio difícil. Terapia para los hijos y la familia"




Edición 2ª
Autor ISAACS, MARLA B. y MONTALVO, BRAULIO
ISBN 9789505181483
Año Edición 2010
Idioma Español
Precio 21,00 €uros




Sinopsis

Algunos de los matrimonios que se divorcian no protegen a sus hijos del choque provocado por el conflicto entre los adultos y por la desorganización de la vida familiar. A estos llaman los autores «divorcios difíciles», que no son un fenómeno simple. Pero cualquiera que fuere su manera de manifestarse, los autores guían en su trabajo por estos cuatro principios: 
  1. la terapia debe centrarse en los esfuerzos en que se han de empeñar el padre y la madre para reorganizar sus relaciones recíprocas y con sus hijos; 
  2. el bienestar de los hijos debe ser prioritario; 
  3. la terapia debe tratar las realidades del divorcio y, en consecuencia, trabajará con subsistemas dentro de la familia; por fin, 
  4. la posibilidad de entrevistar conjuntamente a progenitores hostiles, con fines terapéuticos, si se controla el encuentro.
Este libro expone los caminos en que las parejas suelen naufragar en la travesía del divorcio. Presenta una terapia para asistir a las familias basada en la convicción de que los padres pueden proteger a sus hijos y negociar entre sí pragmáticamente a pesar del trauma que afrontan. Su objetivo es que continúen responsabilizándose por sus hijos. Para ello se ayuda a los miembros de la pareja a mejorar su relación como cónyuges. El terapeuta ayuda a revertir los procesos de abdicación de la responsabilidad parental, que suelen percibirse en las familias en vías de separación que incluyen a adolescentes con problemas. Trata de prevenir las reacciones adversas que se observan en estos, como fracaso escolar, abuso de drogas, ideas suicidas, embarazo y aborto.

"El arte de leer el rostro. Fisognomia Evolutiva y Morfopsicología"



Autor FABREGAS, JOSEP
ISBN 9788496381650
Año Edición 2010
Páginas 199
Idioma Español
Precio 17,00 €uros






Sinopsis

La Fisiognomía nos proporciona los elementos necesarios para conocernos a nosotros mismos y conocer a nuestros semejantes, y para organizar de manera satisfactoria y fructífera nuestra vida personal, sentimental, social y profesional.
Josep Fàbregas aborda el tema con un enfoque exhaustivo, que valora todas las vertientes posibles:
  • El magnetismo que emitimos, la calidad de la piel, el timbre de voz, los gestos, las formas de andar.
  • Los arquetipos geométricos y el concepto de belleza.
  • Las corrientes científica e intuitiva de la fisiognomía.
  • Las condiciones de la belleza corporal.
  • Las siete formas faciales básicas.
  • Las zonas de expansión y retracción en el rostro humano.
  • Los distintos tipos de disimetría facial.
  • La relación entre el marco de la cara y los órganos sensoriales.
  • La evolución morfopsicológica según la edad.
  • La influencia de los planos físico, emocional y mental.
En el presente libro, profusamente ilustrado, emprende el estudio de: la nariz, la frente, el cráneo, el ojo y su entorno, la oreja, las mejillas, la boca, la mandíbula, el mentón.
JOSEP FÀBREGAS nació en 1940 en la ciudad catalana de Mataró. Su sólida formación como ingeniero en Grenoble, en su primera época, más tarde como psicólogo clínico en la Facultad de Barcelona, como diplomado en Astrología, en Fisiognomía en Zurich, hacen de este experimentado terapeuta-escritor, un personaje interesante y polivalente que nos aporta un conocimiento integrado sobre la psicología y el espíritu del hombre. Es autor de varios libros y creador de la Escuela de Psicología Evolutiva de Barcelona donde imparte cursos sobre Psicología Evolutiva, Astrología, Fisiognomía y Grafología.

LSD: Historia de una prohibición


A partir de la prohibición de 1961, las drogas quedaron técnicamente divididas en lícitas e ilícitas y conceptualmente estigmatizadas como buenas o malas. El movimiento contracultural relacionado con las drogas psiquedélicas contribuiría a solidificar el estigma y en 1966 el gobierno USA promovió una segunda legislación global para prohibir el uso de las drogas psiquedélicas. Se calcula que hacia 1970 alrededor de 15 millones de personas en el mundo habían utilizado LSD por lo menos alguna vez. Son muchos los que consideran difícil que sin LSD y sus afines hubiera existido el movimiento psiquedélico, y a la inversa, que sin él esas substancias hubiesen ingresado en el terreno de la prohibición. De nada sirvió que ese mismo año Paul McCartney (el último beatle en probar LSD) declarara a la revista Life: "Me abrió los ojos, me hizo mejor, más honesto y tolerante").

Metanfetamina: Consumidores rehabilitados


Narconon® ha sido un líder a lo ancho del mundo en prácticas de retirada y abstinencia libre de drogas por más de 4 décadas. No solamente utiliza técnicas especializadas en sus centros de consulta externa y en los de residencia de rehabilitación alrededor del mundo, pero en una serie de seminarios también ayuda al enseñar a los individuos a hacer esto en otros lugares en forma supervisada. Los seminarios estan basados en los manuales llamdos Narconon Primer Paso. En ellos se cubren los procedimientos libres de drogas utilizados en los centros Narconon para ayudar a alguien a retirarse y abstenerse en forma segura de la gran mayoría de las drogas. El presidente de Narconon Internacional, Clark Carr, también ha estado entregando una extensa serie de seminarios de Primer Paso a decenas de centros y cientos de personas en México, el cual está atrapado en medio de la crisis de las drogas y en búsqueda de soluciones que funcionan.